lunes, 12 de mayo de 2025

Valor = Precio

Solo el necio
confunde valor y precio.


Abro con estos versos de Quevedo para decirle que no, que no tiene razón. Pretendo demostrar (o al menos defender) que en esta dinerocracia, o, mejor dicho, dinerolatría en que vivimos valor y precio son exactamente iguales.

Acabo de leer este titular de BBC:


-Unos niños han causado daños en un cuadro de Rothko.
-¿Y eso es grave?
-¡Ya me dirás! ¡Está valorado en cincuenta millones de euros!
-Ah, entonces sí.

lunes, 5 de mayo de 2025

Saltos mortales

Acabo de terminar de leer este libro:

Es de una jovencísima escritora belga, Charlotte Van den Broeck, que hasta ahora solo había escrito poesía. Esta es su primera obra en prosa y demuestra un dominio sorprendente para ser su debut.

Son trece relatos de suicidios de arquitectos, y me interesó en cuanto supe de su existencia porque lo asocié mentalmente con mi libro Necrotectrónicas, en el que contaba veintitrés muertes de arquitectos (aunque solo una por suicidio).

martes, 29 de abril de 2025

La edad de la inocencia

 A Emilio


Hace unos años, un día frío y lluvioso de abril me sentía melancólico y algo tristón, y escribí aquí una entrada glosando el famoso verso de T.S. Eliot "Abril es el mes más cruel". Desde entonces, no sé cómo me las arreglo, cada año en abril suele caer alguna entrada blue. Mi amigo Emilio, fidelísimo lector de este blog, siempre me lo afea: "Ya te has puesto abrileño". Pues bien: hoy la entrada abrileña va por él y sobre todo para él.

Siempre intento hacerle caso a Emilio y contener mi ñoñería especialmente este mes, pero hoy me lo vais a permitir porque cumplo sesenta y cinco años. Es un momento muy especial.

Fotograma de Los cuatrocientos golpes. El argumento de la película
no tiene que ver con lo que cuento, pero la foto me gusta para esta entrada.

lunes, 14 de abril de 2025

La aciaga sinceridad

Lester Young era un raro caso entre los músicos de jazz: había estudiado música y sabía leer los papeles sin ninguna dificultad. Era de familia de músicos, y para él fue natural aprender violín, trompeta y batería ya de niño.

En sus primeras actuaciones juveniles tocaba la batería, pero se cansó muy pronto de ella porque, cuando terminaban de tocar, él tenía que quedarse recogiendo el engorrosísimo instrumento mientras sus compañeros se iban libres. Así que se decidió por el saxo tenor. Era incluso más sencillo que el clarinete, y pensó que no le supondría demasiado esfuerzo hacerse con él. Y acertó. No solo se incorporó como principal saxo tenor a la famosísima orquesta de Count Basie, sino que queda en la historia como uno de los más grandes de todos los tiempos.

La orquesta de Count Basie acompañó a Billie Holiday en algunas colaboraciones esporádicas. Ahí la conoció Young, pero después siguió acompañándola en distintas ocasiones y con distintos músicos, y grabó algunos discos con ella. En esas obras Young era quien más y mejor la acompañaba, y llegaron a hacerse inseparables. Podemos distinguir entre las canciones de Holiday en las que está Young (con sus complejos y elaborados solos) y en las que no está.

lunes, 7 de abril de 2025

Nuevos tiempos

He visto en Facebook estas cosas que me chiflan:

Los tres tenores. Y aunque ya quiero irme retirando de estas frivolidades y adaptarme a mi nueva situación no solo económica, sino sobre todo anímica, no he podido resistir la tentación de buscar cuánto costaban.

lunes, 31 de marzo de 2025

Trampantojo

El otro día llovía en Aranjuez, y mi mujer y yo, caminando bajo el paraguas, charlábamos. Mientras lo hacíamos, yo miraba distraídamente al frente, pero poco a poco me sentí extraño. Noté que algo no cuadraba en lo que estaba viendo y me costó un rato entender qué era. Me quedé parado, sin cruzar la calle, mirando un balcón que he visto mil veces.

Ese balcón... ¿Qué le pasaba a ese balcón?

jueves, 13 de marzo de 2025

Elegí un mal día

En la película Airplane! (en España Aterriza como puedas), de 1980, hay un Boeing 707 con muy serios problemas para aterrizar, lo que pone a prueba a todo el personal del aeropuerto, especialmente al supervisor de la torre de control, Steve McCroskey (interpretado por Lloyd Bridges). Es un hombre templado, pero aun así se preocupa porque va a soportar una terrible carga de estrés. Ante la que se le viene encima dice: "Elegí un mal día para dejar de fumar", y fuma pensando que ya encontrará un mejor momento para dejarlo de verdad cuando se pase todo esto. Las horas transcurren y la tensión crece; entonces aumenta su declaración: "Elegí un mal día para dejar de beber"; y bebe. Más adelante: "Elegí un mal día para dejar de tomar tranquilizantes"; y se toma uno. Y ya después: "Elegí un mal día para dejar de oler pegamento"; y lo esnifa.

Pues así estoy yo ahora: Elegí un mal día para jubilarme.